La mayoría de las veces en las que una persona visita un centro de nutrición y dietética por malos hábitos alimenticios, suele haber algún tipo de malestar emocional debajo, en el que la ansiedad tiene un papel protagonista.

Por eso en este artículo me centraré en las causas de la comida por ansiedad y sus soluciones.

 

 

¿Qué es comer por ansiedad?

 

La comida por ansiedad está íntimamente relacionada con el estado de ánimo. Es decir, la persona no come porque tenga hambre, sino para satisfacer sus necesidades emocionales. Esto ocurre porque al comer segregamos una serie de neurotransmisores, como la dopamina, que nos hacen sentir bien y nos ayudan a disminuir la angustia que nos produce el estado ansioso.

Por eso, los días en los que estamos más estresados, aunque no seamos muy conscientes, acabamos comiendo más de la cuenta.

Esta forma de paliar la ansiedad es muy nociva para nosotros ya que nos metemos en un círculo vicioso del que resulta muy difícil salir y después no sentimos aún peor que antes.

 

 

¿Qué puedo hacer para romper el círculo vicioso de comer por ansiedad?

 

1. Lo primero es entender que el problema no es la comida, sino la propia ansiedad.

Así que hasta que no controlemos la ansiedad todos nuestros esfuerzos por controlar el peso serán en vano.

 

2. Aprender a gestionar las emociones negativas.

Desde pequeños nos han enseñado a tapar, contener o reprimir las emociones que no nos gustan; como la tristeza, la ira, la angustia,… pero estas emociones nos están dando una información muy valiosa para que cambiemos alguna situación. Por eso resulta fundamental no taparlas con la comida sino enfrentarnos a ellas y preguntarnos para que está ahí esa emoción, que información nos está dando. Hasta que no nos enfrentemos a ella no desaparecerá.

 

3. Evitar el excesivo control.

El excesivo control conlleva al descontrol ya que estar reprimiéndonos todo el día puede ser el origen de los temibles “atracones”. Las dietas son el origen de la mayoría de los trastornos alimentarios, por lo que es más saludable cambiar nuestros hábitos y aprender a comer de forma saludable.

 

4. Buscar el placer fuera de la comida.

Desde el principio de los tiempos el ser humano busca el placer y es cierto que una de sus fuentes es la comida. Pero hay muchas más. Podemos obtener satisfacción de muchas otras cosas, como el baile, la música, una buena peli, un paseo, el sol,… que a la larga son mucho más saludables y beneficiosas para nosotros.

 

¿Cómo puedo evitar que esto ocurra?

 

Aprender a controlar la comida por ansiedad no es tarea fácil ya que requiere gestionar nuestras emociones de una manera totalmente distinta a como lo hemos hecho hasta ahora. Pero se puede conseguir.

 

 

 

A continuación puedes ver qué consejos son los más efectivos para evitar

comer por ansiedad:

 

1. Busca ayuda profesional.

Una vez que te des cuenta de que tu problema con la comida es emocional, no dudes en pedir ayuda ya que al ser un problema complejo es difícil que tu solo puedas salir.

 

 

2. Aplica técnicas de Mindfulness en tu día a día.

Mindfulness es un conjunto de técnicas de relajación y respiración traídas de oriente que han demostrado tener eficacia probada en el manejo del estrés y la ansiedad.

 

 

3. Aprende a gestionar tus emociones negativas.

Identifica que situaciones emocionales te llevan a comer de más y aprende a gestionarlas. Una buena gestión emocional, en la que encontremos una salida satisfactoria a nuestras emociones disminuirá nuestros niveles de angustia y tensión y por lo tanto nuestras necesidad de comer.

 

4. Busca nuevas fuentes de placer en tu vida.

Como cualquier otra adicción que surge para evitar un malestar, hay que ampliar nuestras fuentes de satisfacciones. Aléjate de las situaciones que te producen descontrol (como comidas familiares, peleas, conflictos,…).

 

5. Di si a la actividad y al ejercicio físico.

 

El ejercicio ayuda a eliminar una hormona llamada cortisol, conocida popularmente como la hormona del estrés, y  libera endorfinas en el cerebro, que son los analgésicos naturales del cuerpo, por lo que practicarlo a diario reduce drásticamente los niveles de ansiedad. Además, se ha comprobado también, que el hacer ejercicio puede no sólo ayudarnos a controlar la ansiedad, sino también nos protege de problemas emocionales a largo plazo.

 

 

6. Duerme lo necesario.

Dormir poco eleva los niveles de cansancio y ansiedad y tiene un efecto directo sobre nuestro organismo, aumentando los niveles de hambre, cosa que no nos beneficia en absoluto.

 

7. Mantén la mente ocupada.

Para evitar el temible picoteo no hay nada tan útil como estar ocupados. El aburrimiento conlleva comer de más así que mantente distraído y evita estar cerca de la nevera.

 

¡Si lo necesitas contáctame! Tengo experiencia acompañando a las personas a superar la ansiedad por la comida.

 

 

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“Será un placer acompañarte en el camino”