¿Eres de las que dicen si aunque quieres decir no?
¿Te callas hasta que ya no puedes más y al final estallas?
¿Te sientes avasallada por los demás y te cuesta poner límites?
¿No quieres dar tu opinión por miedo a originar una discusión?
Si has respondido si a alguna de estas preguntas este artículo es para ti. En él vas a descubrir que es la ASERTIVIDAD y cómo adquirir esta habilidad es clave para tu bienestar y tu vida.
La ASERTIVIDAD es la habilidad de expresar lo que sientes y defender tus derechos sin atacar a los demás. Constituye la base de una buena comunicación, siendo la solución perfecta entre la sumisión y la agresividad.
Por tanto, decimos que una persona es asertiva cuando es capaz de ejercer y defender sus derechos personales, como por ejemplo, decir «no», expresar desacuerdos, dar una opinión contraria o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como hace el sumiso, y sin manipular ni violar los derechos de los demás, como hace el agresivo.
Parece mentira la de libros, asignaturas y contenidos académicos que tenemos que estudiar desde que somos pequeños y lo abandonadas que están las habilidades sociales, cuando en realidad, son estas habilidades las que van a hacer que tu vida sea un éxito o un completo desastre. Y es que no son solo importantes las matemáticas, la lengua y la física (que también) sino el conjunto de destrezas personales que nos van a permitir relacionarnos con éxito en sociedad, tener relaciones personales satisfactorias e, incluso, ascender en un empleo.
Como cualquier habilidad tendrás que practicarla durante un tiempo para que te salga de forma natural. Hay personas que por su educación o personalidad, la desarrollan más fácilmente pero en general nos cuesta mucho ser asertivos.
Sabemos que ser asertivo no es fácil, por eso te damos las claves para que empieces desde ahora mismo a desarrollar esta habilidad, te enseñamos a diseñar como debe de ser tu mensaje asertivo y ponemos a tu disposición varias técnicas de asertividad para que elijas la que mejor se adapte a tu forma de ser.
Tranquilo, si lo pones en práctica dentro de muy poco tiempo… ¡serás todo un experto!
CLAVES PARA SER ASERTIVO:
- Comprende que la gente no puede leerte la mente.
- Defiende “tu” verdad, no la verdad.
- Habla desde tus emociones, son indiscutibles.
- Recuerda tu objetivo pase lo que pase.
- Sé siempre lo más concreto que puedas.
- Haz referencia a hechos y no a tus juicios.
- Añade motivos a lo que pides.
- Habla desde TI, no desde TU.
LAS 4 ETAPAS DEL MENSAJE ASERTIVO:
1- LOS HECHOS:
- Primero describe la conducta de la otra persona. La conducta puede ser positiva o negativa, según si pretendes agradecer algo o expresar tu descontento. Recuerda que debes hablar de hechos y no de juicios, y ser lo más específico posible.
2- TUS SENTIMIENTOS:
- Ahora explica cómo te hace sentir esa conducta. ¿Frustrado? ¿Triste? ¿Satisfecho? Habla desde ti y de tus sentimientos, e intenta mantenerte calmado.
3-LAS CONSECUENCIAS:
- Describe las consecuencias de que tu interlocutor siga manteniendo esa conducta. Aquí también puedes añadir los sentimientos que prevés experimentar, cómo ese comportamiento afectará a otras personas o situaciones, o dar más detalles de esa conducta.
4-LA SOLUCIÓN:
- Finalmente explica concretamente los cambios que quieres que se produzcan en el comportamiento de la otra persona. De esta forma la gente podrá responder de forma proactiva, al contrario de si tan sólo expusieras un listado de tus problemas sin sugerir soluciones.
ESTRATEGIAS ASERTIVAS PARA EVITAR LAS DISCUSIONES:
- Técnica del disco rayado: se trata de repetir el mismo argumento una y otra vez, de forma paciente y tranquila sin entrar en discusiones.
- Banco de niebla: se le da la razón a la otra persona, pero evitando entrar en mayores discusiones. Se le dice en un tono de voz calmado y convincente transmitiéndole a la otra persona que lleva parte de razón en lo que dice.
- Aplazamiento asertivo: se pospone la discusión para otro momento donde se controle más la situación.
- Relativizar la importancia de lo que se discute: se trata de hacer ver que a veces es más importante no entrar en discusión y comprender que ésta no lleva a ningún lado. Por ejemplo, interrumpir una discusión con algún comentario del tipo “Quizás esta discusión no tiene tanta importancia como le estamos dando”.
- Técnica de ignorar: no se le sigue la discusión al otro pero a través del lenguaje verbal y no verbal se le trasmite que no es una desconsideración el ignorar el tema de discusión.
- Técnica de diferenciar un comportamiento de un modo de ser: se le hace ver al otro que aunque incluso uno pueda haber cometido un error, eso no implica que es una mala persona. Por ejemplo, “Aunque hoy haya llegado tarde, eso no quiere decir que sea impuntual”.
- Técnica de la pregunta asertiva: se parte de la idea que la crítica del otro es bienintencionada (aunque no lo sea). Se le hace una pregunta para que nos clarifique lo que hemos hecho mal y cómo podemos hacerlo bien. Por ejemplo, “Cómo quieres que cambie para que esto no vuelva a ocurrir”.
Recuerda que estoy a tu disposición para ayudarte a integrarlo, ya sea en sesiones individuales o de grupo.
Será un placer acompañarte en el camino.
Más información:
silviaquilez@silviaquilez.com
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