Se acercan las navidades y con el fin del 2018 y el comienzo de un año nuevo, volvemos a plantearnos poner el contador a cero.

Es un momento importante donde, como cada año, hacemos balance de los acontecimientos más importantes que nos han sucedido y a la vez nos hacemos nuevos propósitos para el año que comienza. Queremos ir al gimnasio, estudiar inglés, beber menos, comer más fruta, triunfar profesionalmente,…

Te damos las pautas para que tus buenos propósitos no se diluyan y este año por fin puedas cumplirlos.

1-Pon lo primero lo primero. 

Muchas veces las buenas intenciones se evaporan con las necesidades del día a día. Sé inflexible y asegúrate de dedicar tiempo cada día a aquello que te hayas propuesto. Una buena manera de sacar tiempo extra es minimizar los ladrones de tiempo: tele, Facebook, grupos de whatsapp, teléfono…Si te gustan estas actividades puedes dedicarles un tiempo al día (¿quizá media hora?) pero no te excedas ni estés todo el día conectado. Dedica tiempo a aquellas actividades que sólo tu puedes hacer y donde aportas un gran valor añadido; por ejemplo escribir un libro, un estudio científico, un nuevo plan de negocio,… Y delega siempre que puedas las más tediosas. Si trabajas cada día en tareas importantes pero no urgentes el éxito está garantizado.

2-Mantén sólo relaciones personales fluidas y fáciles.

A veces nos empeñamos en mantener relaciones que no nos convienen. Puede que la otra persona sea estupenda pero simplemente no sea compatible contigo. Si la relación resulta turbulenta, te agota o te aburre, déjala ir lo antes posible. No hay nada que desgaste más que intentar cambiar a una persona. La gente es como es y tiene todo el derecho de ser así. Si por cualquier razón no puedes hacerlo( es tu hijo, un familiar político, un compañero de oficina) respétalo e intenta tener una relación distante pero cordial. Evita las discusiones porque no llevan a nada; cada persona se atrinchera en su postura y no cede ni un centímetro. Si que puedes explicarle a la otra persona con tranquilidad tu punto de vista, pero dependerá de ella entenderte o no. Dar excesivas explicaciones, discutir e intentar convencer a alguien de algo que no ve es agotador. Además, como dice Budha: “Los sentimientos negativos son como agarrar un carbón caliente, eres tu el que se quemas”. Rodéate de aquellas personas con las que conectas de manera natural y deja que las cosas fluyan. 

3-Actividad física y deporte. 

Si has decidido empezar el año haciendo deporte, no dejes que nada te lo impida. El deporte es adictivo. Si lo conviertes en un hábito en poco tiempo tu cuerpo (y tu mente) te lo pedirá. Como todos los hábitos, se forma a través de repeticiones. Así que no escuches tus excusas y lánzate a la calle.

4- Actividades gratificantes.

Sé un poco egoísta y dedica tiempo a realizar aquello que te haga feliz. Puede parecer un consejo obvio pero no lo es. Muchas mujeres de cuarenta y cincuenta años hemos sido educadas en la culpa y la obligación y de manera aprendida priorizamos el bienestar de los hijos o de la pareja. Debemos empezar a entender que para hacer felices a otros hemos de ser nosotras felices primero. Por desgracia, todavía vivimos en una sociedad machista. Reivindica tu tiempo y tu espacio, sólo así lograremos algún día vivir en igualdad.

5- Belleza interior y exterior.

En la actualidad, el canon de belleza es tremendamente estricto. Una mujer bella es aquella que tiene una piel radiante y un cuerpo perfecto. Revélate contra la belleza impuesta por la publicidad y la industria y construye tu mejor versión, en la que la salud es el principal paradigma. Si cuidas tu alimentación, haces deporte y mantienes una actitud positiva y alegre, tu magnetismo personal aumentará hasta niveles insospechables.

6- Actitud positiva.

Sabemos lo beneficiosa que es tener una actitud positiva de la vida pero aveces, irremediablemente nos sale nuestra parte “ceniza”. En lugar de luchar contra ella, acéptala, distráete e inmediatamente después sustitúyela por un pensamiento positivo. Al principio este ejercicio te resultará extraño pero conforme lo practiques te saldrá de manera natural. Además, verás como resultas más atractivo a las personas que te rodean.

7- Meditación y felicidad.

La intención última del ser humano es ser feliz. Pero, ¿sabemos como conseguirlo? Nos pasamos la vida buscando la felicidad de la manera equivocada. Creemos que una buena casa, un viaje, un coche nuevo,…nos la pueden dar pero una y otra vez vemos que las cosas materiales no tiene el poder de satisfacernos plenamente. En cambio, está científicamente demostrado que las personas que meditan si son más felices. Hasta hace unos pocos años se pensaba en el cerebro como un órgano rígido, terminado, estructurado pero hoy sabemos que el cerebro es plástico, es decir que puede ser modificado. Tenemos el poder de  cambiar los contenidos del pensamientos por medio de ejercicios mentales, hacia aquellos de carácter más positivo, que nos permitan emociones relacionadas con el bienestar y la felicidad. Dedicar cada día veinte minutos a meditar te ayudará a ser más feliz y vivir más relajado.

8- Vive cada día con intensidad.

Recordar que vamos a morir, es fundamental para vivir cada día lo más intensamente posible. La vida pasa y no tenemos una segunda oportunidad para vivirla. Viaja, ríe, baila, sal y disfruta cada día todo lo que puedas. Escuchar las sabias palabras del Dalai Lama nos pueden ayudar a reflexionar: “Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan del presente, por lo que no viven el presente ni el futuro. Y viven como si no tuvieran que morir nunca, y mueren como si nunca hubieran vivido”. 

9- Orden, mesura y planificación de las comidas. 

Si quieres llevar una alimentación saludable no hay nada peor que el desorden. La alimentación es mucho más que un acto social. Es darle al cuerpo aquellos nutrientes que necesita. Por eso es importante no pensar sólo en las calorías, sino en que nos aporta un alimento. Educar los gustos, ser moderados y exigentes con lo que comemos nos ayudará a conseguir el peso deseado y a sentirnos bien. Minimiza el café, los dulces, el alcohol y los fritos. Tu cuerpo se merece lo mejor. ¡Si apuestas por las frutas, las verduras y los zumos naturales no te equivocarás!

10- Sé agradecido.

Cada noche antes de acostarte da las gracias por todo lo que el día te ha ofrecido. Agradecer es una fantástica manera de poner el foco el lo positivo. No des nada por sentado porque todo lo que es hoy puede no estar mañana.


“Será un placer acompañarte en el camino”

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