Hay múltiples razones por las que una pareja se rompe pero parece haber un denominador común: la falta de entendimiento emocional. En la mayoría de las ocasiones, una ruptura supone un verdadero tsunami emocional, tanto para la pareja como para los hijos y familiares más cercanos. Cirugías, hiperactividad, compras compulsivas, alcohol, sexo ocasional y en ocasiones de alto riesgo pueden ponernos en peligro. 

No es casual que Cupido, el Dios del Amor, lleve flechas, un arco y vendas en los ojos. Y es que cuando el amor se acaba y la venda se nos cae, a veces nos damos cuenta de que la persona con la que compartimos nuestra vida no es la adecuada para nosotros. 

En la vida todo fluye, nada permanece. Por eso debemos aprender a soltar, perdonar y dejar ir, porque solamente cuando nuestro corazón esté libre y haya sanado podremos recibir algo nuevo. 

Te damos claves para que mantengas la calma y puedas salir reafirmado y fortalecido de esta situación. 

 

1- Acepta la realidad. 

Sea de quien haya sido la decisión de romper, hay que aceptar lo sucedido. Eso no quiere decir que te guste, sino que asumes lo que ha pasado y dejas de resistirte a lo que es. Quedarte anclado en el pasado no te ayudará a avanzar, ni dar vueltas y más vueltas a todo lo que ocurrió. Trata de vivir únicamente el momento presente, todo lo demás es una ilusión mental. Un buen truco es llevar una pulsera de goma y cada vez que te descubras pensando en el pasado o tratando de adivinar el futuro, tira de ella para volver al momento actual.

 

2- Concédete tiempo para recuperarte y se paciente y tolerante contigo mismo.

Después de la muerte de un ser querido, una ruptura de pareja es la situación más estresante que existe. Necesitarás un tiempo para poder asumir la pérdida y volver a ser tú mismo. Según los psicólogos, podemos tardar de 3 meses a 3 años, pero cada persona es un mundo, por lo que no debes compararte con nadie. Preocúpate sólo de estar cada día un poquito mejor que ayer. Tener expectativas realistas te ayudará a mantener la motivación.

 

3- Acepta las emociones negativas que estás viviendo y aprende a dejarlas ir. 

Como dijo Buda, “Guardar rencor es como sujetar un carbón caliente con la intención de lanzárselo a alguien más; es uno el que se quema”. 
Durante la separación es normal que pases por distintos estados emocionales (negación, confusión, tristeza, ira, ansiedad,…). Acepta lo que sientes y ten por seguro que algún día pasará. Es lógico que tratemos aferrarnos a las emociones positivas y queramos evitar las negativas, pero las unas no existirían sin las otras. En la vida hay momentos difíciles a los que debemos enfrentarnos. No trates de tapar estas emociones negativas con conductas de evasión (alcohol, compras compulsivas, hiperactividad, ansiolíticos,…) pues sólo lograrás agrandar aún más el problema. 

 

4- Basa tu autoestima en tus cualidades internas. 

Está demostrado que las personas con una buena valoración de sí mismas, resisten mejor los reveses de la vida. Vivimos en una sociedad en la que solemos valorarnos por hechos externos a nosotros: nuestro trabajo, nuestra pareja, la casa en la que vivimos, el bolso que llevamos, nuestra ropa,…pero las cualidades que realmente merecen la pena se encuentran en nuestro interior. Una persona es valiosa por sus virtudes, y esas virtudes nadie se las puede quitar. Un buen ejercicio para fortalecer la autoestima es escribir cada noche una lista con cinco pequeñas acciones que hayan sucedido a lo largo del día y de las que nos sintamos orgullosos. Por ejemplo: ayudar con las bolsas a una anciana, echar una mano en la oficina al nuevo becario, escuchar a ese amigo que está atravesando un mal momento,…

 

5- Mantén el centro de control en ti mismo.

Si la felicidad la sentimos en nuestro interior, ¿por qué buscarla fuera? Trabajar nuestro interior nos ayudará a parar y reflexionar. Para conseguirlo, podemos ayudarnos de técnicas traídas de Oriente que han demostrado tener importantes beneficios para la salud. La meditación, por ejemplo, nos ayuda a parar y a sentirnos bien con nosotros mismos. Está científicamente demostrado que las personas que meditan son más felices y se angustian menos. Puedes empezar por practicar cada día durante 20 minutos ejercicios de atención a la respiración. Ponte cómodo, relájate y realiza una respiración abdominal, más profunda y pausada de lo habitual. Así aprenderás a generar en tu interior estados de paz y sosiego.

 

6- Rodéate de gente positiva, inteligente y enriquecedora.

Está demostrado que a lo largo del día sólo hablamos con una cierta profundidad con 4 o 5 personas como mucho. Ellas son las que van a influenciar nuestro estado de ánimo y nuestros pensamientos, ya que los estados emocionales se contagian. Sé un poco egoísta y mantén alejados a criticones, entrometidos e indiscretos.

 

7- Escribe un diario emocional.

Te ayudará a ordenar tus pensamientos, desahogarte y reflexionar. Además, servirá para tomar conciencia de lo que ha pasado y evitarás repetir los mismos errores una y otra vez.

 

 

 

8- Controla la impulsividad.

La impulsividad surge como huida al malestar. Para controlarla lo más eficaz es pensar a medio y largo plazo. Si te encuentras nervioso o angustiado, no debes tomar decisiones importantes. Es mejor que te concedas un tiempo para reflexionar y simplemente no hagas nada. Pospón la decisión hasta que estés más tranquilo y si alguien te presiona para que decidas di: “Ahora mismo no te puedo responder. Déjame que lo piense”.

 

9- Realiza actividades gratificantes y dedica un tiempo para ti.

Probablemente tras una ruptura puede que adquieras aún más responsabilidades de las que tenías. Tu trabajo será todavía más importante para ti y además ya no contarás con otra persona para cuidar a los niños o realizar las obligaciones del día a día. Lo más inteligente es asumir que somos limitados, ya que el perfeccionismo y la hiperexigencia sólo conseguirán que acabes sobrepasado y triste.

Para poder asumir las nuevas responsabilidades es vital que encuentres momentos de ocio para ti. Si no sabes muy bien que es lo que más te apetece hacer, piensa en que hacías cuando eras pequeño. ¿Te gustaba patinar? ¿Montar en bici? ¿Pintar? Seguramente si retomas esas actividades te volverán a entusiasmar como lo hacían antes.

 

10- Minimiza el contacto con tu ex.

Esa persona ya no está en tu vida como compañero sentimental por lo que cuanto antes asumas que estás solo mejor. No le consultes nada emocional y limítate a tratar cuestiones puramente prácticas. Así evitarás seguir enganchado a una relación que te hace daño y podrás rehacer antes tu vida.

Si es él el que establece el contacto y te pregunta cosas que no ves oportunas limítate a responder: “Lo siento, pero eso no es asunto tuyo”.

 

11- No busques la aprobación de los demás. 

Hagas lo que hagas, habrá gente que lo aplaudirá y otra que lo criticará. No importa los esfuerzos que hagas, es inevitable que no les gustemos a algunas personas. En lugar de pensar en ellos, pregúntate que es lo que quieres hacer tú en el curso de tu relativa corta vida. Recuerda que los días no volverán. Actúa conforme a tus criterios y no temas equivocarte. Los errores sirven para aprender y crecer.

 

CLAVES PARA CUIDAR A TUS HIJOS DURANTE LA SEPARACIÓN:

 

Aprender a cuidar a los más pequeños cuando el amor de una pareja se termina, es fundamental para evitar sufrimientos innecesarios. Es importante que tengas en cuenta los siguientes consejos:

 

1- No te sientas culpable.

Seguro que si habéis decidido separaros es porque, tras mucho pensar, habéis decidido que es lo mejor para todos. Así que, no escuches a aquellos que te dicen que no te separes, que debes “aguantar” por tus hijos. Los niños lo que quieren es vivir en un hogar donde reine la paz y la armonía y ver a sus padres felices. Es cierto, que lo ideal es que estén felizmente casados, pero si no es posible y en casa hay tensión, discusiones o enfados, lo más beneficioso para todos es separarse.

 

2- Demuestra a tus hijos que tu amor hacia ellos es incondicional y que pase lo que pase no les vas a abandonar. 

El miedo al abandono es un miedo que suele aparecer en los más pequeños cuando hay una separación.
Ellos necesitan sentirse queridos para crecer sanos y felices. Abrázalos con frecuencia, interésate por sus cosas y asegúrate de pasar tiempo de calidad con ellos.

 

3- Sé lo más honesta y sincera que puedas con ellos.

Los niños son pequeños, no tontos. Es importante que te comuniques abiertamente con ellos y les expliques la situación lo más sinceramente que puedas. Eso sí, deberás adaptar la información que les des a su edad y madurez emocional. Por eso, es mejor que hables con cada uno por separado.

 

4- No consensues con tu ex las reglas de tu casa.

Los niños son muy listos y sabrán adaptarse a las normas de las dos casas. A partir de ahora, las reglas las pones tú. Es a ti al que corresponde decir a qué hora deben acostarse, cual es el tiempo permitido para utilizar la tecnología y que programas deben ver y cuáles no. No permitas que tu expareja interfiera en asuntos que no le corresponden.

 

5- No critiques a tu ex delante de los niños. 

Tus hijos necesitan tener un padre y una madre a los que admirar. Si críticas a tu ex, ellos se sentirán frágiles e inseguros, además probablemente les de pena y se vuelva en tu contra. Ten por seguro que el tiempo pondrá las cosas en su sitio y cuando sean mayores ellos podrán comprender lo que pasó y valorar por si mismos la situación. 

 

6- Mantén tus nuevas relaciones y tu vida sexual en privado. 

Demostrar que somos una persona estable y madura cuando todo nuestro mundo se tambalea, no resulta nada fácil. Probablemente pasarás por un estado de confusión durante un tiempo hasta que todo se asiente. Es normal. Mantenlo en privado y da la imagen más estable y segura que puedas. Los niños necesitan apoyarse en pilares sólidos. Si les presentas muy pronto a compañeros ocasionales o a una nueva pareja y después rompéis, sentirán de nuevo la inestabilidad. Así que, hasta que no tengas una relación estable, no les presentes a nadie ni metas a ningún hombre en tu dormitorio.

 

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Silvia Quílez- Coach de Salud y Bienestar