Las vacaciones de verano están a punto de acabar y sin duda sabes lo que te espera al volver a la ciudad: ir corriendo a todas partes desde que te levantas hasta que te acuestas para, encima, tener la sensación de llegar siempre tarde y no hacer las cosas tan bien como te gustaría. No llegas a todo: trabajo, niños, tráfico, compras,…Desde que suena el despertador por la mañana hasta que te acuestas estás corriendo; ¡hasta para hacer deporte, ir al fisio o salir a cenar tienes que ir con prisa y mirando el reloj!

Este año quieres que todo sea distinto, pero no sabes como hacerlo…

Miras con envidia a esa gente reposada, tranquila y sonriente y te preguntas cómo lo harán y lo que es más importante, ¿cómo puedes hacerlo tu? Parecen de otro planeta. La gente calmada, apacible y feliz en una gran ciudad como es Madrid es una excepción. Si quieres que este año todo sea diferente…¡empieza ya a practicar Mindfulness!

La solución está dentro de ti. No es lo que te pasa, si no cómo tu gestionas tu realidad. 

En una ocasión un visitante le preguntó a Buda por qué unas personas llegaban a la meta espiritual y otras muchas no. Buda puso un buen ejemplo. Si alguien le pregunta a otra persona cómo ir de un lugar a otro y le da todas las indicaciones perfectamente, pero el que ha preguntado no las sigue, es obvio que no llegará al lugar que se había propuesto. En la búsqueda de la libertad interior y la paz sucede a menudo lo mismo. Aunque hay una ruta que han señalado todos los grandes maestros, después son muchos los que no la siguen. Eso no quiere decir la ruta o el mapa no sean totalmente fiables, sino que es la persona la que no ha sabido provechar las enseñanzas.

El camino es claro: Mindfulness o Atención Plena. Aprender a meditar y a encontrar la Paz que está dentro de ti cambiará la percepción de tu mundo. Además es importantísimo aprender a gestionar que pensamientos dejas pasar y cuales no para controlar tus emociones y tu estado de ánimo.

El método Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR) o Reducción del Estrés basado en la Atención Plena es un método de trabajo creado por el Doctor Jon Kabat-Zinn, de la Universidad de Massachusetts, en el año 1979 y que hoy en día se lleva a cabo en la Clínica de Reducción del Estrés conocida como Center for Mindfulness in Medicine, Health Care and Society (CFM), de esta universidad. Se basa principalmente en técnicas orientales de relajación para reducir el estrés y la ansiedad y está comprobado que las personas obtienen muy buenos resultados en bienestar, disminución de estrés y aunmento de la salud física y mental.

La meditación es la base del Mindfulness. Es una enseñanza milenaria y ha sido perpetuada por las mentes espirituales más brillantes. Son enseñanzas prácticas encaminadas a cambiar la consciencia, despejar la mente y abrir los ojos a otra realidad mucho más gratificante.

Para poder estar atento y conectar con la realidad, se requiere una disciplina, un entrenamiento metódico de la atención a través de la meditación asidua. De otro modo, nos quedamos en la idea de estar atentos sin conseguirlo. El entrenamiento previo para conseguir  Mindfulness o Atención Plena es la práctica sistemática de la meditación.

La persona va consiguiendo estar luego más atenta en la vida diaria, conectando más plenamente con el momento presente y pudiendo, a través de la atención, estar más vigilante a lo que piensa, dice o hace. Mediante la meditación se adiestra y desarrolla la mente y sus distintas funciones, entre otras esa atención que permite darse cuenta de lo que sucede dentro y fuera de uno. Es, por lo tanto, un entrenamiento mental.

El MIndfulness supone aceptar la vida tal y como es en el momento presente, tanto en sus alegrías como en sus dificultades y dejar de esperar o luchar para que todo sea maravilloso y por la ausencia total de sufrimiento en nuestras vidas. Esta actitud lleva a que haya menos malestar, mayor felicidad y una sensación más profunda de conexión con el mundo y los demás, así como un mayor control de la propia mente.

Además. los niños y adolescentes también pueden beneficiarse del Mindfulness, sobre todo los niños con hiperactividad y déficit de atención. Entre sus beneficios destacan:

1.    Mejora las relaciones entre padres e hijos. La inclusión del Mindfulness en el tratamiento de niños con TDAH logra mejorar las relaciones entre padres e hijos. Ambos aprenden a aceptar lo que es y a resolver los problemas de una forma más pausada.

2.    Estimula la atención del niño y mejora el rendimiento académico. Se ha comprobado que el Mindfulness es capaz de mejorar la capacidad de atención del niño ya que en las sesiones se trabaja su habilidad para concentrarse en el Aquí y Ahora. Como resultado, también se beneficia la memoria de trabajo y se potencia el control cognitivo.

3.    Mejora el autocontrol y reduce las respuestas impulsivas. El Mindfulness tiene una acción directa sobre el lóbulo frontal, un área del cerebro encargada del autocontrol y la regulación del comportamiento. Por tanto, la práctica sistemática de esas técnicas puede estimular estas funciones y atenuar los dos síntomas característicos del TDAH: la hiperactividad e impulsividad.

Si quieres más información para apuntarte a nuestro programa de Mindfulness Based Stress Reduction, tanto para adultos como para niños y adolescentes, contacta ahora:

silquilez@gmail.com
620 878 121