El objetivo de este artículo es ayudar a los deportistas en particular y a todas aquellas personas que quieran controlar esos ataques explosivos de ira que tanto daño pueden hacernos.

Tenemos ejemplos de personas famosas que destrozaron su carrera profesional por un ataque de ira descontrolado. Zinedine Zidane dio un cabezazo a Materazzi  ante millones de espectadores en la final del mundial de futbol de 2006. Le echaron del partido, Francia perdió y el incidente supuso un final catastrófico para el deportista.

Antes de nada, hay que entender porque se producen estos ataques de furia tan descontrolados. El cerebro tiene una parte emocional y otra racional. La parte más emocional incluye la amígdala, una especie de centinela del cerebro que tiene el poder de secuestrar tu mente de manera temporal. Esto, que es muy útil en situaciones extremas( huir de un atraco, reaccionar rapidísimamente cuando estamos en peligro ante un animal,…) es una reacción desmedida si los peligros no son extremos y nos puede causar mucho daño.

Daniel Goleman, pionero en Inteligencia Emocional, llama a este suceso “secuestro emocional”. Se trata de una parte del cerebro muy antigua, diseñada para sobrevivir y no para tomar decisiones complejas.

Recientes estudios en Neurociencia revelan que disponemos de un cuarto de segundo( llamado “el segundo mágico”) para frenar este impulso natural destructivo.

¿Cómo podemos darnos cuenta que estamos siendo víctimas de un “secuestro emocional”? Sentirás varias reacciones físicas que te pueden dar la voz de alarma; como calor, sudoración, la respiración se hace más rápida, el pulso se acelera,…

Para evitarlo y frenar las consecuencias negativas que puede conllevar es necesario desarrollar un mecanismo de escape; como por ejemplo alejarte temporalmente, contar hasta 10, respirar profundamente,…y una vez recuperado el equilibrio y la calma analizar la situación con calma y perspectiva.

No es una tarea fácil, pero sin duda merece la pena!!